Cómo tratar la hiperactividad

Inquietud, impulsividad, movimiento constante y dificultad para concentrarse. Los rasgos que definen el trastorno por déficit de atención e hiperactividad son claros. Y si bien su tratamiento está definido especialmente en la infancia, somos conscientes de que el trastorno puede ser tratada desde múltiples enfoques. Por ello, ahondamos en qué es el TDAH y cómo tratar la hiperactividad.

Qué es el trastorno de déficit de atención con hiperactividad

El trastorno de déficit de atención con hiperactividad, también conocido como TDAH, es una afección psicológica que afecta tanto a niños como a adultos.

Cuando una persona padece de TDAH encuentra que le es difícil concentrarse, prestar atención, quedarse quieto y controlar sus impulsos.

Además, si bien este trastorno comienza en la niñez y sus síntomas tienden a mejorar, lo habitual es que los efectos del trastorno continúen en la adolescencia y adultez, repercutiendo en una mala organización, inquietud y dificultad para controlar las actitudes impulsivas.

¿Qué ocasiona el TDAH?

Por el momento, las causas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad no son claras ni definitivas. Sin embargo, las investigaciones sugieren que, al igual que otros trastornos, el TDAH es resultado de una combinación de factores.

Entre los motivos que se consideran precursores del TDAH podemos encontrar los factores hereditarios (los genes), lesiones cerebrales, bajo peso al nacer, exposición a toxinas ambientales a temprana edad, o consumo de drogas como alcohol y tabaco en el embarazo.

Síntomas: cómo detectar un posible trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Las personas que padecen de trastorno por déficit de atención e hiperactividad responden a un patrón compuesto por tres síntomas bien diferenciados: falta de atención o dificultad para prestar atención, actitud inquieta, e impulsividad.

En ocasiones, tienen dificultad para prestar atención en los juegos con sus compañeros o en sus deberes, así como en tareas que requieren de un tiempo prolongado de atención.

Debido a esta falta de concentración y atención, tienden a cometer errores en el colegio o en el trabajo que, sin intención, pasan por alto. Así mismo, tratan de evitar realizar actividades o tareas que requieran de una atención sostenida en el tiempo, y la organización les resulta una cualidad difícil de desarrollar, como cumplir con los plazos establecidos, controlar el tiempo o mantener las pertenencias en orden.

Por otra parte, no consiguen seguir las instrucciones que se les aporta en la escuela o trabajo debido a que se distraen con facilidad, e, incluso, sus compañeros o profesores pueden creer que no escuchan cuando se les habla específicamente a ellos debido a la distracción con sus pensamientos o estímulos externos.

En lo que respecta a la impulsividad e hiperactividad, podemos observar que quienes padecen de TDAH suelen encontrar dificultad para esperar su turno o esperar a que la otra persona termine de hablar para participar en la conversación. Los niños, en especial, tienden a retorcerse cuando están sentados, encontrando realmente difícil quedarse quietos. En su lugar, sienten el impulso de levantarse, moverse, correr y deambular por lugares inadecuados desde un punto de vista social.

De cualquier forma, es necesario descartar otras enfermedades tales como la depresión, ansiedad y otros problemas de aprendizaje antes de considerar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Tratamientos para la hiperactividad

Quienes padecen de este trastorno o cuentan con un familiar con esta afección se preguntan cuál es el tratamiento adecuado y cómo tratar la hiperactividad.

Por el momento no es posible curar dicho trastorno, por lo que se emplean diferentes tratamientos o una combinación de todos ellos para tratar los síntomas y permitir que el afectado y su entorno pueda disfrutar de una vida completamente funcional.

Los medicamentos y la psicoterapia son las dos vías principales para paliar los síntomas, si bien la educación de padres y maestros sobre el trastorno es fundamental para que el niño pueda desarrollarse con seguridad y con una autoestima fuerte.

La psicoterapia, por su parte, parece que no es totalmente eficaz en este tipo de trastornos. Sin embargo, es adecuada como acompañamiento para los familiares y para los pacientes que encuentran dificultades en su día a día, así como para aprender técnicas de organización y rutina.

Por último, los medicamentos son el tratamiento empleado con más resultados favorables, reduciendo la hiperactividad y la impulsividad, y mejorando la capacidad de concentración.

Además, curiosamente los medicamentos que mejor responden en el tratamiento son aquellos conocidos como estimulantes, pues aumentan la dopamina en el cerebro. Así mismo, también son empleados los no estimulantes, que si bien requieren de más tiempo para observar sus efectos, también mejoran la atención, la impulsividad y la concentración. Incluso, en ocasiones son empleados en combinación con los estimulantes.

Cómo tratar la hiperactividad con la LNT

La Nueva Terapia aporta una perspectiva holística respecto al trastorno. Por ello, concibe al ser humano como un ser con tres cuerpos: el cuerpo físico, el cuerpo emocional y el cuerpo espiritual. De este modo, comprendemos que el transtorno puede surgir en cualquiera de ellos y, por tanto, un método alternativo de acceder al origen.

Desde La Nueva Terapia comenzamos midiendo la fuerza psíquica de la persona. Así, el terapeuta de la LNT encuentra el origen del trastorno y, gracias a este proceso, el paciente comienza a generar cambios en su vida y a recuperar sus propios recursos energéticos.

Al tratar la hiperactividad desde LNT observamos que esta nos indica un exceso de energía que está absorbiendo el globo energético.

De cualquier forma, cuando comenzamos a aplicar La Nueva Terapia podemos saber si un niño tiene problemas energéticos, así como es posible identificar traumas de nacimiento y salud energética, a fin de descartar un origen espiritual y hereditario.

El trastorno, si bien puede resultar desagradable e incapacitante, también puede estar indicándonos información importante que puede ser de mucha utilidad. Considerar y descartar un origen emocional o espiritual para cualquier afección resulta conveniente para tratar correctamente cualquier conflicto, trastorno o enfermedad.

Por ello, concebir cómo tratar la hiperactividad desde todos los puntos de vista posible y tener en consideración una terapia alternativa sin efectos secundarios como la LNT puede resultar de gran ayuda en el tratamiento del TDAH.