¿Cómo saber si un niño tiene problemas energéticos?

Cuando hablamos de problemas energéticos tenemos tendencia a considerarlos únicamente en adultos. Sin embargo, todo ser humano cuenta con cuerpo emocional, espiritual y físico y, por ende, cualquier persona puede ser susceptible de padecer de un desequilibrio energético. Para responder a la pregunta de cómo saber si un niño tiene problemas energéticos La Nueva Terapia analiza los diferentes casos que ha podido encontrar a lo largo de los años.

Causas de problemas energéticos en niños

Desde La Nueva Terapia entendemos que el ser humano está formado por tres cuerpos: el cuerpo físico, el cuerpo energético o emocional y el cuerpo espiritual, todos ellos rodeados por el globo energético, el cual tiene la función de propiciar la autosanación, mantener un equilibrio entre los tres cuerpos y recibir y emanar energía.

Este globo, con forma de huevo, permite la fluidez de la energía por todas las células y partes del cuerpo humano de modo que todo el ser goce de salud energética y física.

Sin embargo, existen ciertas circunstancias que pueden propiciar la deformación del globo energético. Entre los motivos se encuentran los traumas de nacimiento y salud energética; y es que un embarazo complejo, o un parto difícil o doloroso, suele generar un exceso de energía en la parte superior o inferior del cuerpo, con la consecuente falta de energía en el otro extremo.

Por ejemplo, el uso de fórceps o ventosas durante un parto complicado puede inducir problemas físicos como compresión de la cabeza, generándose así una sobrecarga al nivel de la cabeza y provocando síntomas como exceso de llantos, nervios, niños muy inquietos a los que les cuesta dormir, aparición de estrabismo, somatizaciones, infecciones y un exceso de energía. También hemos comprobado que un exceso de energía en la parte superior del cuerpo puede dar lugar a una desviación del cuello, siendo este el caso de niños que duermen siempre por el mismo lado del cuerpo.

En el caso de un exceso de energía en la parte superior del globo, la falta de energía en la parte inferior del cuerpo y la dificultad de la libre circulación de la misma puede degenerar en estreñimiento crónico en niños y problemas para conciliar el sueño durante la noche.

Estos niños con exceso de energía yang tienden a caminar de puntillas y a no querer comer debido a que el globo los estira y aleja de la conexión con la tierra y la realidad física.

La falta de energía en la parte inferior del cuerpo provoca constantes cuadros de infección de orina, estreñimiento, hiperactividad y movimientos bruscos.

En el caso opuesto, nos encontramos con partos cefálicos en los que el niño nace muy rápido o nace de nalgas, quedando así la energía atrapada en la parte inferior del globo energético y con una consecuente falta de energía en la parte superior.

Un exceso de energía en la parte inferior da lugar a niños muy tranquilos, con tendencia a dormir mucho y a la somnolencia; así como a una dificultad en mantener la cabeza recta y a un constante cansancio físico, mental e intelectual.

Así mismo, es bastante frecuente que los niños padezcan de diarreas crónicas difíciles de tratar, precisamente por la naturaleza energética de las mismas.

Estos niños se identifican con un exceso de energía yin, cuya energía tira de ellos hacia abajo y genera que los pequeños arrastren los pies o que se caigan muchas veces.

Síntomas en niños: cómo saber si un niño tiene problemas energéticos

Los niños desarrollan diferentes dolencias según la deformación energética que padezcan. Una de las características principales de las mismas es que se repiten constantemente: niños que pasan mucho tiempo en los médicos, enfermando una y otra vez, como si nunca se curasen. Y es que el sistema de autosanación del cuerpo está desestructurado por la deformación del globo.

Por ello, para identificar cómo saber si un niño tiene problemas energéticos, tomaremos en cuenta los síntomas en relación con la edad del niño.

Problemas energéticos en recién nacidos y bebés

Para La Nueva Terapia el gateo es uno de los hechos más significativos a la hora de analizar la salud energética de un bebé. En este sentido, podemos encontrar niños que apenas gatean o que gatean a muy temprana edad, en cuyos caso la energía tira hacia arriba debido a la congestión del globo energético en la parte superior del cuerpo.

En otros casos, encontramos niños que gatean mucho y comienzan a caminar muy tarde. Es en estos niños que la energía tira hacia abajo y la congestión del globo energético en la parte inferior del cuerpo arrastra el cuerpo del niño hacia la tierra.

Cómo saber si un niño tiene problemas energéticos

Sea el caso que sea, los problemas de salud que desarrolla el niño son constantes en el tiempo. Si la congestión se da en la parte superior, nos encontraremos con síntomas como nerviosismo, dificultad para dormir, hiperactividad, bebés que lloran mucho, estreñimiento, inquietud o rechazo al cogerlos en brazos. Son niños con tendencia a mantener los puños cerrados y tener los pies cavos.

Si, en cambio, la congestión se da en la parte inferior, se puede identificar a través de un movimiento de piernas nervioso y constante, gateo excesivo, pies que se arrastran, pies planos, aparente torpeza, y frecuentes caídas. Así como diarreas difíciles de tratar.

La buena noticia es que tratar con LNT a los niños es mucho más sencillo debido a la flexibilidad del cuerpo de estos. De cualquier forma, realizar una terapia para quedar embarazada puede evitar problemas en el embarazo y en el parto y prevenir el desarrollo de traumas futuros.

Conflictos energéticos en la infancia

Cuando la congestión en la parte superior tira hacia arriba en niños entre 1 año y 6 o 7 años, encontramos que los niños tienden a caminar de puntillas, sin apoyar los talones. En estos casos, los niños no logran concentrarse y se caracterizan por tener mucha energía. Este exceso genera una activación durante la noche, sonambulismo y niños que hablan mientras duermen.

También pueden aparecer alergias, escoliosis, dolor de rodilla y de cuello.

En el caso en el que la energía telúrica tira hacia abajo vemos que los niños arrastran los pies y parecen un poco patosos. Suelen mostrar problemas relacionales y mayor interés en los objetos que en las personas, fobias excesivas y rabietas.

 

 

Problemas emocionales durante la pubertad

Durante la pubertad, sucede una especie de explosión energética que permite el desarrollo físico y energético. El globo, por ende, comienza a recibir gran cantidad de energía.

Este gran cambio puede ser muy beneficioso para el sistema de autosanación, ya que recibe energía nueva y limpia. Sin embargo, este exceso de energía puede resultar en un empeoramiento de los síntomas, dándose lugar a migrañas (que desaparecen con la última regla, en las mujeres) u otro tipo de enfermedades crónicas.

En esta etapa, el cuerpo emocional permanece muy activo, por lo que son frecuentes los conflictos emocionales y relacionales: rabia, aislamiento, problemas psiquiátricos, e incluso adicciones.

Pese a todo, aplicar la LNT en niños es un procedimiento sencillo, pues no solo los niños se dejan llevar, sino que la flexibilidad de su globo energético hace que la terapia sea considerablemente efectiva. La Nueva Terapia nos enseña cómo saber si un niño tiene problemas energéticos, y permite a los niños crecer de manera equilibrada.