Tipos de hiperactividad

Son diversas las causas que se asocian con el desarrollo de hiperactividad. Sin embargo, de lo que podemos estar seguros es de que más del 50 % de los pacientes infantiles en salud mental responden a las características de alguno de los tipos de hiperactividad.

Qué es la hiperactividad

Entendemos por hiperactividad una actividad constante, que presenta mayor movimiento, un periodo de atención más corto, facilidad para distraerse y realizar acciones impulsivas. No obstante, debe tenerse algo en cuenta: la hiperactividad se refiere a una actitud sostenida en el tiempo, en la que se presentan comportamientos adicionales como inquietud, hablar en exceso, deambular y dificultad para participar en actividades tranquilas y silenciosas.

La hiperactividad puede presentar dificultades en su valoración, pues en cierta medida esta depende del observador. Sin embargo, resulta más perceptible en niños pequeños, quienes suelen encontrar dificultades para un correcto desempeño escolar o, incluso, para hacer nuevos amigos. De hecho, estos niños pueden sufrir acoso, rechazo por el entorno o castigos por parte de los tutores.

Entre las afecciones que se relacionan con la hiperactividad podemos encontrar:

  • TDAH o trastorno de hiperactividad por déficit de atención
  • Tiroides hiperactiva o hipertiroidismo
  • Trastornos emocionales
  • Trastornos del sistema nervioso central

Hiperactividad en adultos 

Si bien los casos de hiperactividad en adultos parecen ser menores y a menudo los afectados desconocen que sufren de hiperactividad, muchos aseguran haber padecido síntomas desde la infancia.

La edad es un factor relevante en los casos de hiperactividad, pues en algunos casos los síntomas que se relacionan con el trastorno suelen desaparecer durante la adolescencia, en tanto que en otros aumentan en intensidad, especialmente en la toma de riesgos sin consciencia.

Tipos de hiperactividad

Según los síntomas que se presenten con mayor frecuencia, el niño o el adulto puede padecer de distinto tipo de hiperactividad.

Predominantemente desatento 

Este tipo de hiperactividad se caracteriza por no presentar comportamientos impulsivos. Sin embargo, la persona encontrará dificultades para concentrarse y mantener la atención.

Los niños con esta clase de TDAH pueden pasar desapercibidos, pues no molestan en clase o en casa. No obstante, su inatención va más allá de la timidez o de la ensoñación.

Predominantemente hiperactivo o impulsivo 

Si bien es el tipo de hiperactividad menos común, es el que más conflictos acarrea, pues quien lo padece presenta signos de hiperactividad, necesidad de movimiento constante, una actitud impulsiva y dificultad para controlar sus impulsos. En cambio, las personas con TDAH hiperactivo o impulsivo no muestran falta de atención o signos de distracción.

De presentación combinada 

Por último, la hiperactividad de presentación combinada se compone tanto por signos de impulsividad o actividad excesiva como por falta de atención. Si bien las personas que han sido diagnosticadas con este TDAH ven disminuidos sus problemas de impulsividad conforme se aproximan a la adolescencia, lo cierto es que este es el tipo de hiperactividad que muestra problemas más significativos.

Tratamiento para los distintos tipos de hiperactividad 

En el presente no existe cura para el trastorno por hiperactividad. En su lugar, se emplean diferentes recursos para paliar los síntomas y favorecer la integración en la sociedad de la persona afectada. Los medicamentos y la psicoterapia son las dos vías principales para tratar la hiperactividad, si bien los efectos secundarios de los fármacos son bien conocidos entre los familiares de las personas con hiperactividad.

Por otra parte, la educación de los maestros y padres y la creación de un entorno seguro y confiable dará lugar a que los pequeños con hiperactividad desarrollen una autoestima fuerte.

Pese a la existencia de estos recursos, la psicoterapia no parece eficaz para el tratamiento de estos tipos de trastornos. En cambio, presenta grandes beneficios para los familiares y aquellos pacientes que encuentren dificultades para adaptarse a la vida diaria. En este sentido, los conocimientos de organización y rutina son muy útiles.

Cómo la LNT® puede ayudarte

En la actualidad se desconocen las razones de la hiperactividad. Los factores hereditarios, la exposición a toxinas medioambientales a temprana edad, el consumo de drogas durante el embarazo y las lesiones cerebrales son algunos de los factores que se relacionan con el TDAH. Si bien hasta el momento se sugiere que los distintos tipos de hiperactividad son el resultado de una combinación de causas, la respuesta no es definitiva.

 

Cómo tratar la hiperactividad puede ser una respuesta difícil de responder, pues el enfoque dependerá de la persona afectada, la severidad de los síntomas y sus gustos personales, entre otros. No obstante, desde La Nueva Terapia aportamos nuestros conocimientos y sugerimos una perspectiva holística ante los diferentes tipos de hiperactividad.

Si te preguntas cómo la LNT® puede ayudarte, debes saber ante todo que tenemos una concepción del ser humano como ser integral, compuesto por tres cuerpos: el cuerpo físico, el emocional y el espiritual. De este modo, entendemos que la enfermedad puede darse en cualquiera de estos cuerpos o afectar al resto. Así, la LNT® propone acceder al origen de la enfermedad.

Para ello, el terapeuta comenzará midiendo y restaurando la fuerza psíquica de la persona. De esta forma, el paciente recuperará sus propios recursos energéticos y podrá realizar los cambios necesarios en su vida.

En el caso de la hiperactividad, desde La Nueva Terapia hemos observado que el globo energético absorbe un exceso de energía. No obstante, por medio de la LNT® el terapeuta podrá comprobar si el paciente cuenta con algún trauma espiritual o energético y descartar cualquier otra posible causa.

Tal y como hemos podido observar, abordar los diferentes tipos de hiperactividad desde distintas áreas puede resultar de gran utilidad para quien la padece, especialmente si tenemos en cuenta la variabilidad de síntomas de una persona a otra. En este sentido, la LNT® puede ser la terapia alternativa que necesitas.