Radiestesia y salud

La relación entre radiestesia y salud se remonta al siglo XIX, cuando la figura del zahorí exploraba las tierras en busca de agua potable accesible para el pueblo. No obstante, la función de la radiestesia se ha visto enriquecida, poco a poco, por los conocimientos de medición del campo electromagnético y la sanación energética. De hecho, su práctica se ha hecho más accesible que nunca.

Qué es la radiestesia

La radiestesia es una actividad que consiste en la detección de los campos electromagnéticos de cualquier ser vivo u objeto. Para localizar esta información, el zahorí o receptor recurre a unos sencillos instrumentos que reaccionan de forma espontánea y repentina en el momento en que detectan el campo energético del emisor.

Esta práctica fue conocida antiguamente como rabdomancia y utilizada en la búsqueda de pozos de agua. En la actualidad, en cambio, cuenta con una función predominantemente sanadora, pues facilita la identificación del estado de salud de una persona y el desarrollo de enfermedades. De este modo, la radiestesia da paso a la restauración del campo energético por parte del terapeuta.

Otra de las implicaciones de la radiestesia en la salud es adivinatoria, pues puede emplearse como método adivinatorio para encontrar animales, objetos y personas perdidas.

Cómo funciona la radiestesia 

Para la realización de una sesión de radiestesia son necesarios dos elementos fundamentales: el zahorí o receptor, y la herramienta que actúa como canal para encontrar aquello que se busca. De cualquier forma, cabe mencionar que algunos practicantes de radiestesia no emplean instrumento alguno.

De cualquier forma, el péndulo —o herramienta que se use— es un medio que funciona como antena y amplifica la percepción del radiestesista, es decir, el verdadero canalizador es nuestro cuerpo, capaz de entrar en contacto con el mundo cuántico y transmitir la información al objeto que sostiene entre sus manos.

No obstante, para utilizar correctamente el péndulo, el terapeuta deberá realizar la pregunta desde una máxima neutralidad.

Herramientas que se utilizan en radiestesia 

Como hemos visto, el radiestesista suele emplear un objeto metálico o vegetal capaz de percibir el campo energético de aquello que se busca. Entre los más comunes encontramos:

  • Péndulo: es la herramienta más empleada en la práctica de radiestesia debido a su tamaño y flexibilidad. Se considera péndulo para radiestesia cualquier objeto pequeño que cuelgue de una cadena o cuerda y permita la oscilación de la pesa, que debe ser simétrica. Durante el momento de reposo, el péndulo suele permanecer inmóvil o en un suave vaivén.
  • Varillas en ángulo de 90º: son el elemento más reconocido de la radiestesia, pues suelen acompañar a los zahoríes en las representaciones. En forma de “L”, las varillas a menudo se confeccionan en metal y se sostienen por el extremo más corto, de modo que la sección más larga proporciona la respuesta. Para su uso, el zahorí debe mantener las varillas paralelas entre sí e interpretar su movimiento: si las varillas se cruzan y forman una “X”, el radiestesista habrá encontrado agua o la energía fluirá con dificultad; en cambio, si las varillas se abren o se mantienen inmóviles, la energía fluirá con libertad.
  • Horquillas: por último, las horquillas son un instrumento en forma de “Y” confeccionado a partir de materiales vegetales o elementos artificiales. Para un uso correcto, las horquillas deben sostenerse con ambas manos hasta el momento en que el equilibrio de estas se vea afectado por la energía del objeto que se busca. Debido a que son resistentes al viento, es la herramienta favorita de los radiestesistas que trabajan en campo abierto.

Cómo la radiestesia puede ayudarte a mejorar tu salud

Como hemos podido comprobar, el potencial de la radiestesia en la salud es notable e interesante. De hecho, uno de los beneficios del mundo cuántico es la ausencia de espacio y tiempo, de modo que la radiestesia terapéutica puede emplearse tanto de forma presencial como a distancia.

Para la realización de una sesión a distancia, el terapeuta tan solo necesitará una huella energética de la persona o animal, ya se trate de una prenda u objeto personal, una fotografía reciente o su nombre y apellidos. Cualquiera de estos elementos será suficiente para formar un puente cuántico entre el emisor y el receptor.

A través de la huella energética, el terapeuta empleará una plantilla para medir la fuerza psíquica y física, conocida como fuerza vital. Según la respuesta que conceda el péndulo, el radiestesista podrá identificar si existe posibilidad del desarrollo de una enfermedad.

La radiestesia en La Nueva Terapia

La Nueva Terapia entiende que la energía puede percibirse empleando distintos métodos. Por este motivo, ofrecemos a nuestros estudiantes una formación de radiestesia terapéutica a través de la cual obtengan los conocimientos esenciales para testear el estado energético de animales, personas y alimentos por igual. Así, desarrollarán la capacidad de reconocer el nivel de vitalidad y la habilidad de limpiar la energía de los espacios, como el hogar.

Los contenidos que conforman la formación de radiestesia y salud comprenden desde cómo funciona la radiestesia, sus principios esenciales, cuál es el funcionamiento de la energía, los métodos de limpieza del hogar y la zona de trabajo y cómo realizar terapia en animales correctamente.

Si quieres descubrir qué puedes hacer como terapeuta de la radiestesia en tu propia salud y la de los tuyos, medir la polución de los objetos o lugares, aumentar la fuerza vital de tus animales, identificar los alimentos que mejor te sientan y, en definitiva, ayudar a sanar, contacta con nosotros a través del formulario de contacto, WhatsApp o redes sociales.

Sin duda, la radiestesia y la salud presumen de formar una pareja terapéutica formidable. Por este motivo, te animamos a comprobar en tu propia piel sus beneficios y sumarte a alguna de nuestras formaciones.