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26 Abr Salud física, mental, emocional y espiritual
Cuando hablamos de salud, son muchas las personas que consideran exclusivamente sus cuerpos físicos. Sin embargo, ¿sabías que es posible hablar de salud física, mental, emocional y espiritual y que todos estos cuerpos tienen la misma importancia?
Salud física, mental, emocional y espiritual: ¿en qué consiste cada una de ellas?
Innumerables culturas antiguas señalaron la importante conexión del cuerpo físico con la mente y el espíritu. Hoy en día, además, la psicología y la medicina integrativa han sumado las emociones a este conjunto de cuerpos.
Energía física
Entendemos por energía física a aquella que hace posible nuestro movimiento y realización de objetivos en el mundo terrenal. Cuando hablamos de salud física, nos referimos al correcto funcionamiento del cuerpo y del organismo, un vehículo que nos transporta desde el día en que nacemos hasta el día de nuestra muerte. Por esta razón, y de modo que podamos disfrutar durante más tiempo de nuestro vehículo, el cuidado del cuerpo físico resulta fundamental. A través del ejercicio físico, una alimentación equilibrada, buena salud mental y un cuidado e higiene frecuentes, la calidad de nuestra vida mejorará y será más estable.
Energía mental
Por otra parte, la energía mental se define por la información que cada uno de nosotros es capaz de almacenar a lo largo del tiempo, ya sea de forma consciente o inconsciente. Es en la mente donde interpretamos la realidad y tomamos decisiones, además de relacionarnos con distintos ambientes. No obstante, son las creencias las que determinan nuestra visión de la vida, producto de la herencia genética y ancestral, por tanto, el equilibrio entre nuestros deseos, anhelos, acciones, ideales y valores puede verse afectado por un sistema de creencias limitante.
Energía emocional
Las emociones son el mecanismo de adaptación que utiliza el ser humano para fluir con la sociedad y su cultura. De hecho, las emociones son las principales protagonistas cuando se trata de crear vínculos de calidad con otro individuo.
Además, a través de este tipo de energía, tenemos la oportunidad de reflexionar y aprender y, por tanto, de tener una salud emocional más estable, donde el manejo de los pensamientos, sentimientos y comportamientos son coherentes entre sí y están a nuestro servicio.
Energía espiritual
Por último, cuando nos referimos a la salud física, emocional, mental y espiritual, esta última suele pasar desapercibida. Sin embargo, no solo somos muchos quienes la desarrollamos sin advertirlo, sino que también son innumerables las personas que están completamente desconectadas de su ‘yo’ espiritual.
La energía espiritual surge cuando se suma contemplación y reflexión a la vida con el objetivo de alcanzar la verdad personal o una concepción más profunda de la existencia. Por ende, una correcta salud espiritual nos permite conectar con sentimientos como el agradecimiento, la paz y la plenitud, y el amor incondicional.
¿Cómo equilibrar la salud física, mental, emocional y espiritual?
Prestar atención a nuestra salud física, mental, emocional y espiritual es clave para desarrollar nuestro potencial en todas las áreas de nuestra vida y, de este modo, dar forma y traer a la realidad tus deseos y sueños sin mayores impedimentos.
Por este motivo, mantener el equilibrio entre las cuatro energías que caracterizan al ser humano resulta efectivo solo cuando se rige por la constancia, es decir, de poco sirve trabajar en estas energías con intensidad, abandonar durante diez días y volver a comenzar. Si bien no nos cabe duda de que algo es mejor que nada, nuestra meta final será conservar la armonía en la salud física, mental, emocional y espiritual cada día.
Técnicas para equilibrar las energías
Unas emociones estables y proporcionadas dependerán del tiempo que invirtamos en cada una de ellas. Sin embargo, según nuestra actividad diaria y personalidad, podremos comprobar que no siempre es necesario invertir la misma cantidad de tiempo para todas, sino que se verán influidas por la descompensación. Por ejemplo, si tu profesión está enfocada al conocimiento, probablemente te descubras dedicando demasiado tiempo a la energía mental respecto a otras energías.
Por esta razón, te recomendamos que cada semana dediques un tiempo adecuado para ti a realizar alguna de estas actividades y realices las modificaciones necesarias para equilibrar las energías y evitar la descompensación:
- Deportes que pongan la atención en los músculos, las articulaciones y la respiración, como el yoga, el aikido, el kárate, etc.
- Meditación para practicar el presente o mindfulness durante toda tu rutina.
- Escribir un diario para reconocer tus emociones y agradecer todo cuanto tienes.
- Observar el ruido interno o pensamientos que dificultan tu tranquilidad mental y emocional.
- Mantener una alimentación sana, rica en verduras, frutas y agua.
- Disfrutar de tiempo de calidad junto a las personas más importantes para ti, ya sea tu familia, pareja o amigos.
- Dormir las horas necesarias y realizar pequeños descansos durante el día.
Cómo puede ayudarte la LNT®
No obstante, si tras realizar determinados cambios en tu estilo de vida para mejorar tu salud física, mental, emocional y espiritual no observas grandes resultados, tal vez necesites el asesoramiento de un terapeuta que pueda medir tu nivel de energía en estos cuatro campos y encontrar la raíz del problema.
A través de La Nueva Terapia, nuestros terapeutas no solo podrán explorar tus distintos cuerpos, sino que podrán restablecer el equilibrio entre todos ellos y tratar el desencadenante. Además, este sistema de sanación cuántica te ayudará a recordar que eres más que un cuerpo físico.
Conseguir un estado de bienestar en el que predomine la armonía nos dará la oportunidad de tener más vitalidad, ser más productivos y tener éxito en las distintas áreas de nuestra vida. Sin duda, mantener un equilibrio entre la salud física, mental, emocional y espiritual es esencial.