Evolución de los movimientos de la LNT®

La LNT® es una terapia cuántica caracterizada por la activación de movimientos involuntarios del cuerpo físico.

Esos movimientos sanadores están presentes desde el inicio de la LNT®, pero han evolucionado a lo largo de los años, haciendo esta técnica cada vez más potente y estable.

La evolución es un fenómeno natural que no se limita a la Tierra, sino que también ocurre en otros sistemas, desde planetas, estrellas, átomos, minerales y otras estructuras del universo.

A nivel energético, la evolución siempre buscará usar la más pequeña acción que genere el mayor impacto posible, utilizando el mínimo de energía sin romper la armonía con su entorno.

I. El Tao y los movimientos de la LNT®

Según la filosofía del Tao, todo movimiento que se genera en el universo nace gracias a la conjunción del yin y el yang. 

Esa conjunción siempre empieza por una fase de expansión yang (es la fase de crecimiento y del caos), luego llega el yin (es el momento de las transformaciones y de los cambios), y por último, acaba con una fase totalmente yin (es la fase del orden y del equilibrio).®

En el universo, todo lo que vive, ya sea el ser humano, las plantas, los planetas, evoluciona siempre siguiendo este mismo patrón. La LNT®, siendo una terapia viva, también lo sigue.

1. La fase yang de la LNT®

Como lo explica el Tao, la primera fase de la evolución de los movimientos de la LNT® es una fase yang.

En esta fase se activan las energías yang, como por ejemplo la energía cósmica o kundalini.

Los patrones de liberación son muy fuertes y potentes, tanto a nivel físico como emocional, y se explican por la activación del sistema simpático.

Los movimientos más habituales son:

  • Estiramientos extremos del cuerpo físico, espirales energéticas, mudras, yoga, Tai Chi.
  • Gritos, lloros, cabreos, etc.
  • Apertura de las 3 antenas.
  • Patrones de nacimiento.
  • Patrones de parto.

Se puede comparar esta fase a un caos energético, muchas veces necesario para la evolución de cualquier sistema.

La función principal de esta fase es actuar sobre la liberación de las memorias traumáticas que hemos vivido o heredado.

Es la fase menos estable de la terapia, donde el terapeuta tiene que actuar sobre el control de la liberación.

En la LNT® siempre controlamos el movimiento sin dejarnos superar por él.

2. La fase yang-yin

“De la máxima expansión del yang surge el yin.”

En el Tao, esta fase se llama el movimiento de la Tierra. La llegada del yin genera una energía transformadora, y es justamente lo que pasó con los movimientos de la LNT®.

Las energías yin, como por ejemplo la energía telúrica y la Pachamama, son totalmente opuestas a las energías yang. Son energías que nos calman, nos tranquilizan y activan nuestro sistema parasimpático.

Durante esta fase, las energías yin y yang se expresan de manera conjunta, llegando a un estado de equilibrio energético.

Su función es equilibrar la dualidad yin-yang, muy importante para la salud del sistema autónomo, así como ajustar los diferentes ciclos circadianos de nuestro cuerpo.

Por la acción del yin, los movimientos son más armoniosos, placenteros y muchas veces más internos.

3. La fase yin

Es el proceso final de transformación. Es una fase donde solo se activan las energías yin.

La energía atrae a las personas hacia el suelo, donde se van a pegar las zonas que necesitan sanación. En regla general, todo lo que se pega se cura.

Su función es reparar y sanar las consecuencias y las heridas físicas y emocionales generadas por los traumas.

Es una fase muy reparadora y sanadora que implica la activación del sistema parasimpático.

El papel del terapeuta es observar el proceso de sanación sin necesidad de controlar los movimientos de liberación.

II. Conclusión.

La evolución de los movimientos ha hecho que la LNT® sea una terapia cada vez más potente y estable.

Es importante entender que no es el terapeuta quien decide qué energías activar, sino la propia fuente, que lo hará según las necesidades de la persona.

Por eso, durante una sesión se pueden alternar estas 3 fases.

El final de un ciclo siempre anuncia el principio de otro, y en eso la LNT® sigue la regla.

De hecho, hemos empezado a notar cambios en los movimientos desde que hemos incluido en la terapia el cuarto eje y el trabajo grupal.