Cómo sanar a través de la energía

Desde la medicina tradicional hasta una concepción más integrativa y holística, son muchos los métodos que permiten el abordaje de la enfermedad.

Desde La Nueva Terapia no solo queremos guiarte un poco más sobre cómo sanar a través de la energía, sino que profundizamos en qué es la energía y cómo se origina.

Qué es la energía y cómo se genera

Comprender en profundidad cómo sanar a través de la energía y cuál es el método más idóneo para cada caso requiere de una profundización en elementos tan esenciales como qué es la energía y cómo se crea.

Y es que la energía es el concepto espiritual que tienen las culturas acerca de Dios y cómo este se expresa a través de todo aquello que nos rodea.

Por ejemplo, para las culturas antiguas, la energía es expresada a través de los cinco elementos de la naturaleza y las fuerzas naturales, mientras que para ciertos individuos la energía es concebida como un poder metafísico individual proveniente del alma, uno de los tres cuerpos que forman parte de la consciencia.

No obstante, para los taoístas, la energía es aquella fuerza que fluye por dentro y a través de todo lo que nos rodea. Esta energía, conocida como Qi, circula de dos formas diferentes: almacenando y liberando. Esta dinámica es popularmente conocida como yin, pasivo o negativo, y yang, activo o positivo, y se trata de un patrón circular, es decir, fluye alrededor de todo lo que hay, no existiendo diferencia entre lo natural y lo espiritual.

Así, para que el cuerpo humano pueda acceder a la energía, este cuenta con una serie de receptores energéticos capaces de absorber y emitir la energía. Estas antenas energéticas tienen como objetivo equilibrar el flujo de la energía a través del canal principal, conocido como notocorda, y se encuentran repartidas por el cuerpo: en las axilas, asociadas a la energía yin, y entre las piernas, correspondiente a la energía yang.

De hecho, el cuerpo energético es capaz de captar dos tipos diferentes de energía: la energía cósmica y la energía telúrica; y así como las axilas son las encargadas de recibir la energía cósmica a través del movimiento de los brazos, la entrepierna es aquella antena que capta la energía telúrica, conectando así el cielo con la tierra y pasando por nuestro centro vital o hara.

Sin embargo, los diferentes traumas que nos suceden a lo largo de la vida e, incluso, vidas anteriores, deforman el globo energético, la capa protectora que envuelve el cuerpo físico y que asegura un estado de salud ideal, así como el funcionamiento de las antenas energéticas.

Y si bien el flujo energético a través de las antenas es constante, cuando suceden estos traumas se activan estos receptores, a fin de restablecer el equilibrio del cuerpo emocional o energético y, por ende, del resto de cuerpos que componen al ser humano.

Cómo y por qué puede verse afectado nuestro cuerpo energético

En La Nueva Terapia entendemos que cada individuo cuenta con tres cuerpos: el cuerpo emocional o energético, el cuerpo físico y el cuerpo espiritual. Estos, susceptibles todos ellos de cualquier ataque y trauma, se encuentran magistralmente conectados, dando lugar a que cualquier conflicto originado en el cuerpo energético e, incluso, en el cuerpo espiritual, repercuta en el plano físico y, finalmente, se refleje a modo de enfermedad.

Una de las afecciones que más conviene considerar es el ataque energético, fruto del desequilibrio energético y emocional. Y es que, curiosamente, este tipo de ataque no solo es necesario que sea recibido por un individuo que tiene el cuerpo energético desestabilizado, sino que también es emitido por personas con un cuerpo energético desestabilizado.

Sea como sea, estos ataques —motivados por un sentimiento negativo hacia el otro, como la envidia o el resentimiento, o un impulso inconsciente— ha de deberse a un desequilibrio, pues ningún cuerpo estable atacaría a otro.

Además, el ser humano también puede verse afectado por traumas ocasionados por fuertes conflictos emocionales y/o espirituales, con lo que puede surgir la patologización.

Cómo sanar a través de la energía

Para adentrarse en las terapias alternativas y complementarias enfocadas en el uso de la energía, como la LNT, es necesario primero comprender el concepto de sanación cuántica.

Y es que este tipo de sanación es el conjunto de técnicas que recurren a la energía para sanar otro cuerpo basándose en los conocimientos de la medicina cuántica, la cual toma como referencia la posición y relación entre las partículas que se encuentran en dos lugares a la vez.

Esta clase de sanación, perteneciente a la medicina cuántica, mantiene el objetivo final de tratar cualquier enfermedad desde el nivel cuántico, es decir, desde un punto concreto entre la mente y la materia, permitiendo una modificación de la realidad individual y colectiva.

Y es que la medicina cuántica entiende que la realidad es una construcción mental, tanto individual como colectiva, y que son los pensamientos y creencias —entre otras— las que definen la experiencia humana.

Por tanto, esta perspectiva sugiere que uno mismo es el único responsable de su propia realidad y de todo cuanto sucede a su alrededor.

La Nueva Terapia, por su parte, es un tipo de sanación cuántica canalizada por Phillipe Schwiderski desde La Fuente y tiene como fin —al igual que cualquier tipo de sanación cuántica— hallar el auténtico origen de la enfermedad y restablecer el equilibrio de los tres cuerpos.

Además, su perspectiva holística acerca de la existencia del ser humano nos anima a seguir una vida más armoniosa con nosotros mismos y todo cuanto nos rodea.

Sanar por medio de la energía es un tipo de conocimiento que, sin duda, es de utilidad para el individuo y la sociedad. Y es que descubrir y comprender cómo sanar a través de la energía nuestra realidad supone un antes y un después en nuestra forma de concebir el mundo.